miércoles, 9 de marzo de 2011

Desde que la autoridad puso su aguijón en el cerebro humano despertó la guerra social
Desde que hay esclavos del orden hay quienes lo combaten
Hambre, explotación, discriminación, marginación
En contra del poder que tortura y somete a todo ser viviente para prolongar su bienestar y despotismo
En contra d la civilización que despojó a los pueblos de sus tierras y su historia
Que esclavizó, asesinó y martirizó en nombre de dios y su maldito dinero
contra quienes se repartieron el mundo con nosotros dentro
creando fronteras, cercando selvas y montañas
apropiándose de ríos y mares llegando a los cielos que también tienen dueño
contra el maldito reloj que nos condena a repetir tortuosamente cada minuto
en estas gigantescas cárceles que llamamos ciudades
sentenciandonos a trabajar para consumir su tecnología innecesaria
Contra la culpa, las rejas y todo sistema carcerlario que termina con la dignidad y la vida
Contra este estado de control que con los traidores militarizados nos sumergen en la cultura del terror
contra los que apoyan y sustentan toda esta farsa, contra al patriarcado, en todo momento en todo lugar
Esto es lo que nos tocó vivir, esto es lo que nos atormenta, la rabia que masticamos, la impotencia que nos cierra el puño y nos hace desobedecer
Sublevación al orden establecido
Generando revueltas en lo cotidiano

Siempre anónimos

soñando y luchando por la libertad

porque mientras perdure la autoridad, habrá quienes combatan su existencia.



Contra la premisa que impera: Trabaja, produce, consume y muere.....

3 comentarios:

  1. Dices verdades como castillos de grandes, me gusta y mucho, lo has hecho hace poco verdad?
    Un abrazo maja, y a tirar pa´lante, es lo único que nos dejan...
    MTVO.

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  2. Muy buen artículo, de verdad.

    Las cosas bien dichas. Estamos condenadxs a ser esclavxs sonrientes de su puta mercancía, la misma que han generado para mantenernos ocupadxs trabajando para como bien dices, poder permitirnos comprarla. Alimentamos a la máquina ecocida, la que nos robó la felicidad, la que nos negó el futuro. Secuestraron nuestros sueños en los pasillos silenciosos de sus centros comerciales, prohibieron la imaginación y estigmatizaron la diferencia. Sus medios hablaron y el pueblo calló. Su rabia pasó a ser rutina, su vida, un producto y ellxs, simples mecanismos autómatas presxs de una u otra macrocárcel como esta en la que yo vivo, montañas de cemento, gas tóxico, ruído y tristes cuerpos precipitándose sin sentido a una vida muerta.

    Pero cometieron un error. Se olvidaron de que mientras exista un sueño, existirán soñadorxs dispuestxs a ir hasta el final por realizarlo.

    Nunca entenderán nuestras vidas, nunca entenderán nuestro amor ni nuestra rabia. Sólo hacemos poesía del caos, un desorden precioso, su mundo reducido a escombros y los niños jugando con palabras en el medio de las calles.

    En el asfalto nunca crecerán las flores
    La revuelta de la alegría se ha cansado de ser pacífica, no han entendido nuestras peticiones, tendremos que explicárselas de otro modo...

    Nunca más domesticadxs.

    Salud

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  3. :) Claro que si, a las cosas por su nombre, hay que ser consciente, conseqüente y responsable

    Hay que utilizar el libre albedrío

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